Robo de cookies, el gran peligro 2023

¿Qué es el robo de cookies web?

Las cookies son pequeños archivos que se almacenan en el navegador del usuario cuando visita una página web. Su función es recordar ciertos datos e información sobre el usuario, como sus preferencias, hábitos de navegación, contraseñas o datos bancarios. Gracias a las cookies, las páginas web pueden ofrecer una experiencia más personalizada y adaptada a cada usuario.

Sin embargo, las cookies también pueden ser utilizadas por los ciberdelincuentes para acceder a la información personal de los usuarios sin su consentimiento.

Esto se conoce como robo de cookies web y consiste en tomar las cookies de un usuario sin su autorización y usarlas para suplantar su identidad ante un sitio web, acceder a sus cuentas, realizar compras fraudulentas, robar su información sensible o enviarle publicidad no deseada.

Desde el 1 de octubre 2019, que se pronunció el tribunal de Justicia de la UE, sobre el consentimiento de cookies, desde esa fecha no ha parado de crecer la tendencia a delinquir con ellas.

¿Cómo se produce el robo de cookies web?

El robo de cookies web se puede producir de diferentes formas, pero las más habituales son las siguientes:

  • Ataque de man in the middle (MITM): este tipo de ataque consiste en interceptar la comunicación entre el usuario y el sitio web, de forma que el atacante puede ver y modificar los datos que se envían, incluyendo las cookies. Esto puede ocurrir cuando el usuario se conecta a una red wifi pública o insegura, o cuando el sitio web no utiliza un protocolo seguro como HTTPS.
  • Software malicioso: este tipo de software se instala en el equipo del usuario, ya sea por medio de un enlace sospechoso, una descarga no autorizada o un adjunto infectado. Una vez instalado, el software malicioso puede acceder a las cookies almacenadas en el navegador del usuario y enviarlas al atacante.
¿Qué consecuencias tiene el robo de cookies web?

El robo de cookies web puede tener graves consecuencias para la privacidad y la seguridad de los usuarios, ya que permite a los atacantes acceder a sus datos personales y realizar acciones en su nombre sin su conocimiento. Algunas de estas consecuencias son:

  • Suplantación de identidad: el atacante puede hacerse pasar por el usuario legítimo ante un sitio web y acceder a sus servicios sin necesidad de iniciar sesión. De esta forma, puede ver y modificar su información personal, como su dirección, su teléfono o su correo electrónico.
  • Acceso a cuentas: el atacante puede acceder a las cuentas del usuario en diferentes plataformas, como redes sociales, correo electrónico, banca online o comercio electrónico. De esta forma, puede ver y modificar su actividad, como sus mensajes, sus contactos, sus transacciones o sus compras.
  • Compras fraudulentas: el atacante puede realizar compras online con los datos bancarios del usuario que se encuentran en las cookies. De esta forma, puede gastar su dinero sin su permiso y generarle problemas con su entidad bancaria.
  • Robo de información sensible: el atacante puede acceder a la información sensible del usuario que se encuentra en las cookies, como sus datos médicos, fiscales o laborales. De esta forma, puede utilizarla para fines ilícitos, como extorsión, chantaje o fraude.
  • Publicidad no deseada: el atacante puede utilizar las cookies para conocer los hábitos de navegación del usuario y enviarle publicidad no deseada o personalizada. De esta forma, puede molestar al usuario o influir en sus decisiones.
¿Cómo prevenir el robo de cookies web?

Para prevenir el robo de cookies web, es importante seguir una serie de medidas de precaución que ayuden a proteger la información personal de los usuarios. Algunas de estas medidas son:

  • Usar el modo incógnito: este modo permite navegar por Internet sin dejar rastro en el navegador. De esta forma, se evita que se almacenen cookies u otros datos que puedan ser robados por los atacantes.
  • Eliminar las cookies periódicamente: esta acción permite borrar las cookies que se han almacenado en el navegador y que pueden contener información personal. De esta forma, se evita que los atacantes puedan acceder a ellas si logran entrar en el equipo del usuario.
  • Cerrar la sesión: esta acción permite cerrar la sesión de los sitios web que se han visitado y que requieren autenticación. De esta forma, se evita que las cookies sigan activas y que los atacantes puedan usarlas para suplantar la identidad del usuario.
  • Evitar redes wifi públicas: estas redes pueden ser inseguras y facilitar el acceso de los atacantes a la comunicación entre el usuario y el sitio web. De esta forma, se evita que los atacantes puedan interceptar y robar las cookies que se envían.
  • Instalar un antivirus: este software permite detectar y eliminar el software malicioso que pueda estar instalado en el equipo del usuario. De esta forma, se evita que los atacantes puedan acceder a las cookies que se almacenan en el navegador.
  • Evitar enlaces sospechosos: estos enlaces pueden conducir a sitios web fraudulentos o infectados que intenten instalar software malicioso en el equipo del usuario. De esta forma, se evita que los atacantes puedan acceder a las cookies que se almacenan en el navegador.
¿Qué hacer después de un robo de cookies?

Si detectas movimientos de intentos de entrada en tus correos, sea Gmail u Hotmail, te llegaran avisos de que alguien se conectó desde otro país, desde ese momento tendrás que pensar:

  • En que sitios web estuviste.
  • Qué aplicaciones instalaste.
  • Cuál de los dispositivos que tienes tiene la cuenta en que te salto el aviso.

Con estos datos podrás saber qué ordenador o móvil ha sido el causante del robo y te tocará pasarle antivirus o bien formatearlo si sigues teniendo avisos.

Conclusión

El robo de cookies web es una práctica maliciosa que consiste en tomar las cookies de un usuario sin su autorización y usarlas para acceder a su información personal. Esta acción puede tener graves consecuencias para la privacidad y la seguridad de los usuarios, como la suplantación de identidad, el acceso a cuentas, las compras fraudulentas, el robo de información sensible o la publicidad no deseada. Para prevenir el robo de cookies web, es importante seguir una serie de medidas de precaución, como usar el modo incógnito, eliminar las cookies periódicamente, cerrar la sesión, evitar redes wifi públicas, instalar un antivirus y evitar enlaces sospechosos.

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